Los peritajes judiciales tienen una función muy determinada a realizar en cualquier  proceso de controversia, de reclamación judicial o extrajudicial que se les reclame, pero si bien su función es muy determinada, ¿en qué momentos de cada proceso entran los peritos judiciales? Depende, y depende pues no es lo mismo un perito solicitado por las partes para la aportación de las pruebas periciales en el juicio que para una evaluación previa de análisis de la causa por ejemplo.

Así, vemos que un peritaje judicial puede requerirse en distintos momentos, en el mismo proceso, cuando las partes proponen las pruebas y se realizan, pero también previamente a este momento, incluso previamente al mismo proceso judicial, cuando aún en fase extrajudicial las partes quieren asegurarse y solicitan dictámenes periciales extrajudiciales y pre-informes extrajudiciales, entre otros.

Con esto se pretende referir a que la presencia de un perito judicial no es tan sólo preceptiva en el mismo ámbito judicial sino que la misma también puede resultar preceptiva e incluso útil fuera del terreno judicial, todo y que realice peritajes de carácter judicial, pues igual después de uno de esos peritajes judiciales realizados en vía judicial se desprende que no era tan rentable acudir a la vía judicial y paralizamos la demanda o tomamos otras decisiones que nos resultarán más ventajosas, o cuanto mínimo, menos costosas para nosotros.

Dicho de otro modo, los peritajes judiciales tienen una amplia función en el terreno de las reclamaciones, de las controversias y de los daños, unas amplias funciones que le permiten poder ofrecer sus servicios en muchas partes del proceso, incluso como hemos visto en partes que tengan como fin evitar el proceso. Y es que no olvidemos, la función del perito es determinarnos X valor, X dato, para que luego nosotros, o quien corresponda tome las decisiones, las mejores decisiones que crea convenientes con él mismo.

2013-04-20 09 47 56

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