En el mundo actual cada vez son más las páginas Web, las tiendas, los lugares en general que nos piden datos personales nuestros para enviarnos promociones, tenernos fidelizados como clientes, comunicarse con nosotros para los más variopintos temas, y en el mundo actual cada vez son más las personas que por controversia con alguna de estas empresas que tienen sus datos solicitan ayuda legal a un profesional para que les defienda sus intereses. Ante un asunto que está muy en boga, decir sólo un pequeño detalle que a muchos pasa por alto.
Se podría enfocar este texto exponiendo los derechos que nos otorga la LOPD en cuando a la petición, uso y almacenamiento de los datos personales, podríamos hablar de las diferentes categorías de «sensibilidad» en los datos personales o por ejemplo podríamos hablar de las sanciones que se desprenden del incumplimiento de dicha ley. Pero hoy y aquí no se pretende enfocarlo por ahí, se pretende enfocarlo por un tema mucho más concreto: por el derecho que tenemos, o no, de solicitar que eliminen nuestros datos de un lugar del que somos clientes.
De entrada diremos que nosotros somos libres de ejercer nuestros derechos que se desprenden de la LOPD (entre ellos el de cancelación), como norma general, ante cualquiera (excepto excepciones obviamente como instituciones oficiales, etc.) que disponga de datos personales nuestros, pero obviamente también existen algunas salvedades al respecto, y una de esas es la de solicitar que cancelen nuestros datos de un lugar que somos clientes.
Y obviamente ello resulta lógico, máxime cuando vemos que de nuestra calidad de clientes, puede desprenderse la necesidad de la otra parte de comunicarse con nosotros, y en consecuencia tiene todo el derecho de tener nuestros datos para mantener la relación comercial, y nosotros no podremos pedirle que los elimine por completo mientras seamos clientes. Dicho de otro modo, no es que no los podamos eliminar, poder podemos, dejamos de ser clientes y pedimos la cancelación, pero obviamente ser cliente y pedir la cancelación resulta cuanto mínimo incongruente.