Las personas suelen acudir al psicólogo por motivos muy distintos, pero casi siempre se trata de resolver un problema que se ha hecho tan patente que es imposible llevar una vida normal o por lo menos satisfactoria. Puede tratarse de una depresión, de fobias, de problemas de pareja, de adicciones … las causas pueden ser muchas y muy variadas.

Ansiedad y estrésAhora bien, durante la visita a un psicólogo, al final, todas estas cosas de las que nos tratamos suelen ser la consecuencia o el resultado final de el verdadero mal que nos aqueja. Siempre hay un origen a todos estos trastornos o problemas mentales y casi siempre tienen que ver con lastres personales, esquemas mentales aprendidos, patrones de conducta inadecuados o prejuicios inconscientes sobre algo o alguien.

El otro día, hablando con una amiga que es psicóloga, y que va al psicólogo para aprender a quitarse lastres que tienen que ver sobre todo con su relación con su familia, comentabamos que todo el mundo debería ir al psicólogo en algún momento de su vida, aunque solamente fuera para quitarse de encima todas estas cosas que hemos comentado arriba y que muchas veces sin darnos cuenta, nos limitan o conducen nuestra vida hacia territorios donde no estamos satisfechos con nosotros mismos ni con nuestras relaciones con las personas que nos rodean.

Cuánta gente, sobre todo a llegar a ciertas edades reconoce en si mismo cosas o maneras de ser de sus padres que no necesariamente tienen por qué ser positivas. Es inevitable que nos parezcamos, en algunos o muchos aspectos, a nuestros padres, pero, ¿queremos pasarles nuestros lastres emocionales o nuestras conductas erróneas aprendidas a nuestros hijos, pareja, etc?

Existen muchas personas, seguro que si nos paramos a pensar, a nuestro alrededores identificaremos varias, que no son felices o que se sienten frustrados o tristes, y que no conocen el motivo real de ello. Yo creo fielmente que cuando estamos frustrados o enojados o tristes por algo durante mucho tiempo y no conseguimos identificar la causa y sólo vamos poniendo parches, es hora de ir al psicólogo a ver que nos pasa realmente.

Ganaríamos mucho en salud y ahorraríamos en medicaciones para ayudar a dormir, para hacer bien la digestión, para los dolores de cabeza, etc…

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